Buenas tardes compañer@s!!!
Hoy me gustaría dejaros una recomendación de dos libros que tratan la discapacidad. Ya sé que hasta el día 6 tenemos poco tiempo para leer, pero una vez terminados los exámenes podemos dedicarnos un poco de tiempo a ocio y que mejor que hacerlo enriqueciéndonos con la lectura.
El primer libro es "El Grito de la Gaviota" de Emmanuelle Laborit.
El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los
veintidós años, ha conocido ya la soledad absoluta, la duda y la
desesperación, pero también la dicha, la solidaridad y la gloria.
Inicialmente incomunicada con el mundo exterior a causa de su sordera, a
los siete años Emmanuelle Laborit descubrió el lenguaje de los signos.
Sin embargo, en la adolescencia su vida parecía tambalearse: al
desasosiego propio de la edad se añadió la rebeldía contra el hecho de
que se negaba a los sordos su identidad, ya que el lenguaje de los
signos estaba prohibido en Francia a causa de la teoría de que los
sordos podían aprender a leer en los labios y a hablar. La adolescencia y
la primera juventud de Emmanuelle son la historia de una lucha por
subsistir en un mundo «diferente» y por el reconocimiento de los
derechos de los tres millones de sordos franceses, hasta conseguir que,
en 1991, se enseñe por fin en los centros de educación de los sordos el
lenguaje de los signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero
no menos emblemático, de su éxito como actriz teatral, El grito de la
gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como
intenso.El segundo libro es "El Curioso Incidente del Perro a Medianoche" de Mark Haddon.
Christopher Boone tiene 15 años y va a una escuela para estudiantes con necesidades especiales (un eufemismo que no le gusta) porque padece síndrome de Asperger. Christopher sufre el síndrome del sabio con las matemáticas, tiene memoria fotográfica, es extremadamente observador y es patológicamente incapaz de decir mentiras. Sin embargo tiene dificultades para entender el comportamiento humano, las expresiones y las relaciones. Tiene un gran interés en las matemáticas y tiene una rata como mascota que se llama Toby.
Christopher tiene muchos rasgos que le diferencian de los demás
debido a su percepción de la vida. Es incapaz de reconocer y comprender
las expresiones faciales, aparte de las de felicidad y tristeza porque se las han explicado, y tiene dificultades para entender las metáforas y los chistes.
Le gustan las cosas concretas, las listas y los hechos, tiene miedo de
los extraños y de los lugares desconocidos, y su sueño favorito es aquel
en el que toda la gente "normal" (aquellos que no son como él) están
muertos. Además de esto, es muy sensible a la información y a los
estímulos. Por esta razón grita y reacciona con violencia cuando la
gente le toca. Sin embargo no tiene problemas para apretar la punta de
los dedos contra los de sus padres en gesto de amor. Se enrosca y gruñe
para protegerse del exceso de ruido y de información.
Christopher odia los colores amarillo y marrón, mientras que le encanta el rojo. Esto le lleva a utilizar colorantes
rojos para la comida marrón y amarilla. Tampoco puede comer dos tipos
diferentes de comida si se tocan en el plato y además considera que ver
3, 4 o 5 coches rojos seguidos augura
que tendrá un día bueno, muy bueno, o super bueno. En cambio si ve 4
coches amarillos significa que tendrá un día negro, y entonces no come
su almuerzo y no habla con nadie. No le gusta comer comida de sitios
extraños ni que se cambien de posición los muebles.
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